Teenage Engineering OP-Z review

La marca sueca Teenage Engineering no deja de sorprendernos posicionándose un paso por delante siempre, con productos novedosos, diseños minimalistas, y una gestión y optimización de recursos en pequeños espacios, como ningún otro fabricante ha sido capaz de conseguir.

Voy a dedicar el texto de hoy al aclamado OP-Z. Un sintetizador y secuenciador por pista individual (posibilidad de asignar una velocidad y duración diferente a cada pista) de dimensiones reducidas (21x 5x 1 cm) con poca cantidad de botones, para las innumerables opciones que ofrece. También dispone de 4 moduladores (emulando un potenciómetro de toda la vida), con diferentes usos, principalmente enfocado al filtro de frecuencias (cutoff y resonance), micrófono integrado, batería, y posibilidad de controlar software de edición en 3d, entre otras aplicaciones adaptadas a su funcionalidad.

A simple vista, con una estructura minimalista pero compleja, uno no sabría muy bien como empezar a “sonar” ya que todo son botones e iconos, que no dan más pista que un simple dibujo en algunos casos. Para ayudarnos a conocer como funciona, el producto original contiene varios overlays, que nos aclaran funciones más específicas y nos guían en el procedimiento de creación. Cada uno de estos botones, se usan para diferentes opciones (cambio de instrumento, pasos de secuenciación) y además nos marca luminosamente tanto los golpes seleccionados, como la ejecución de la frase creada.

A su vez, los led de indicación, disponen de varios colores, además de nivel de intensidad. Con 160 patrones programables, capacidad de 16 pistas de secuenciación (con diferente nivel de velocidad y pasos), control total y absoluto, no solo de la secuencia si no del sonido, 2 módulos de efectos y grabación instantánea entre otras tantas opciones, solo le faltaba una cosa: Bluetooth. Pues no, también tiene.

Orientado a: La creación, tanto de música como de animación de imagen. Es un instrumento súper útil, y con un funcionamiento absolutamente futurista, que deja a nuestro alcance una cantidad de innumerables opciones.

Lo mejor: El tamaño, la propia calidad del artículo, y la optimización de recursos en algo tan pequeño. Definitivamente TE ha sabido plasmar un concepto diferente.

Lo peor: La curva de aprendizaje puede ser un poco más larga de lo esperado, aunque finalmente la satisfacción en el control, es absoluta.


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